Introducción
Finalmente comenzó una de mis series más esperadas en Disney+, “The Falcon and the Winter Soldier”. El primer episodio comienza con una secuencia impresionante de acción y continua con un profundo desarrollo de los personajes principales Sam Wilson (Falcon) y Bucky Barnes (Winter Soldier). Aparte de las escenas de acción, hubo elementos de la trama que capturaron mi atención y me gustaría compartirlo contigo…
¿Cómo se siente?
Al final de la película “Endgame”, el anciano Steve Rogers le entrega el escudo del Capitán América a Sam como símbolo de legado y de la impartición de un manto. De inmediato Steve le pregunta: “¿cómo se siente?” a lo cuál Sam responde: “Se siente como si fuera de otra persona”. Tras esta respuesta queda implícito que Sam no se ve como el próximo Capitán América. Sam solo puede ver el escudo en las manos de Steve…

Los primeros minutos del primer episodio de “The Falcon and the Winter Soldier” nos muestran a un Sam con gran agilidad, confianza, seguridad y fuerza al desplegar las alas del traje de Falcon. Esa es la identidad que Sam ha abrazado, es su “Zona de Comodidad“.
Más adelante vemos a Sam entregando el escudo para ser colocado como un símbolo de la figura de Capitán América en el museo. El legado del Capitán América estará visible a todos para ser admirado y recordado…“el legado se convertirá en una memoria del pasado”.
“Yo no puedo llenar sus zapatos….”
Trasciende en las palabras y en el rostro de Sam el alto sentido de honra y respeto que le tiene a Steve Rogers (aka Capitán América). No se trata del escudo, sino de la persona de Steve. “Necesitamos nuevos heroes adecuados para la época”, “un símbolo es nada sin los hombres y mujeres que le dan significado…así que gracias, Capitán América, pero esto te pertenece ” son las palabras de Sam al entregar el escudo. Es evidente que Sam no se siente capaz de tomar el manto asignado y continuar un legado. Es como si dijera: “Yo no puedo llenar sus zapatos de Steve”. Ese superhéroe que vimos minutos antes con toda seguridad y agilidad con sus alas, se siente impotente y descalificado ante el legado recibido de manos del mismo Capitán America.
“Si tu lo no haces, otro lo hará…”
El episodio concluye mostrando a Sam viendo cuando “un desconocido” toma el escudo y asume el manto del Capitán América. Se puede ver la decepción en los ojos de Sam mientras ve el anuncio en la televisión. Su emoción trasciende la pantalla. Se observa el sentimiento de frustración, traición, dolor y hasta la molestia. “Otro” decidió hacer lo que se le había confiado a Sam. Qué profunda mezcla de emociones sintió Sam al ver que otra persona se convirtió en el protagonista de lo que se le fue asignado.


“El Legado es más grande que tú mismo”
Te confieso que muchas veces me he sentido como Sam. Puedo reconocer que he recibido un manto, un legado para continuar edificando pero el temor, las dudas, la comparación me han llevado titubear y hasta detenerme en ocasiones así como lo hizo Sam. Tengo talentos, habilidades y dones en los que me puedo mover con agilidad y seguridad. Son parte de mi “Zona de Comodidad” pero el legado siempre te sacará de la comodidad y de lo conocido para introducirte al ámbito de la obediencia y la dependencia divina. Dios nunca te confiará algo que puedas hacer desde tus habilidades sino solo desde SU FUERZA. He tenido que entender que no tengo que llenar los zapatos de nadie, simplemente abrazar diseño divino que Dios me ha dado para continuar edificando un legado. “Tu legado no puede terminar en un museo como una memoria del pasado.” No le entregues tu legado al enemigo.
También me ha pasado que he dejado de hacer con diligencia y prontitud lo que he recibido del Señor y he visto a otros levantarse a hacerlo. He sentido lo mismo que Sam, “frustración, decepción, dolor y hasta la molestia”. Y no lo digo porque no entienda que otros también han sido llamados por el Señor sino porque yo mismo he perdido la bendición de ser protagonista de moveres divinos a causa de pensar que no soy capaz. He entendido que Dios cumplirá su propósito conmigo o sin mí…pero yo no quiero perderme el privilegio de ver el cumplimiento de un legado.
Notas Finales
Dios te ha confiado un legado para la generación actual y la venidera. Cree en el Señor que te llamó y determina obedecer aun en medio del temor y la duda. Dios te ha ungido y capacitado con todo lo necesario para cumplir tu asignación divina.
Me llenan de esperanza las palabras el Apóstol Pablo a los Filipenses:
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14
Te quiero invitar a permitirle al Espíritu Santo que hable a tu corazón y desde un lugar de vulnerabilidad y transparencia puedas venir en arrepentimiento delante de Él. Tal vez has sentido que Dios te ha llamado pero el temor te ha paralizado. Quizás una auto-estima lacerada no te ha permitido abrazar el llamado de Dios para tu vida. Vamos juntos, edifiquemos un legado! Dios esta por nosotros y el cielo abre nuevas ventanas de oportunidades para ti. No des lugar el desanimo, levántate y avanza hacia el cumplimiento.
No sé cómo terminará la historia de Sam, si tomará o no el escudo, pero determina tu construir un legado y herencia espiritual, atrévete a ser protagonista de un tiempo impresionante en las manos de Dios. Caminemos en obediencia y dependencia del Señor. Amen.
Con mi escudo en mano,

Edwin Santini, Ph.D
Director General y Fundador de Imaginare! Arts
